martes, 21 de diciembre de 2010

Para Company no todo fue color de rosa

Si hay algo que caracteriza a Miguel Company es la disciplina. No en vano, el entrenador de Boys practicó karate y otras cuatro artes marciales. “Eso me facilitaba un mayor control del carácter, de mi conducta y accionar en la vida ”, nos confesó. La charla ‘a calzón quitado’ con Depor empezaba a todo dar.




¿Eso cómo le ayudó en la ‘chamba’?
En algún momento tuve que trabajar como seguridad especial, trabajo que equivocadamente me avergonzaba. Pensaba que estaba designado para ex reclusos, matones o gente que soluciona las cosas con la violencia, pero no es así. Es un trabajo de inteligencia. Más bien uno debe evitar el peligro y en última instancia enfrentarse. Para ese aspecto son importantes las artes marciales.

Te da equilibrio emocional, la inteligencia para evitar el peligro a la persona que estás cubriendo.


¿Dónde fue esa ‘chamba’?
Fue cuando estudiaba en Europa. Era la manera de ganar un dinero respetable. Fui con la intención de ser entrenador de fútbol, pero mis ahorros no me iban a durar para tantos años. Eso me sirvió en todo aspecto.



¿Ha tratado de inculcar esa disciplina en sus equipos?
Exactamante. Yo trato de inculcar y exponer disciplina, y no imponerla. Yo no puedo llamarle la atención a un jugador por llegar tarde si yo también lo hago. Hay que brindar respeto para poder recibirlo. En Boys lo he logrado. En otros equipos lo he intentado de una manera disimulada o indirecta, y trataré de que el porcentaje vaya creciendo.



La gente siempre lo vincula con la salsa, ¿eso lo motivó para venir al Boys?
Ahí surge una equivocación. Yo no soy salsero y tampoco tengo esa identificación. Yo soy sonero y danzonero. El son y el danzón son los ritmos que me mueven. Ahora la salsa no existe. En sus inicios, cuando aparece recién en Nueva York, sí me encantaba, porque era estrictamente la música cubana. Pero lo de ahora es más bulla que música.



¿Está satisfecho por la campaña del Boys?
Indudablemente que sí. Muchos jugadores crecieron. Tres fueron convocados a la selección de mayores y uno a la Sub 20. Eso me satisface por la felicidad que le da a ellos y por la importancia que se le da al Boys. Albarracín, Guevara, Gómez, Arce y Joao Pereira fueron jugadores que crecieron mucho. Con ellos podemos aspirar a algo más que pelear por la permanencia en Primera.



 Fuente: El Depor

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